Jon
Castillo empezó a trabajar hace 3 años en el restaurante Zazpi. Hasta entonces,
nunca antes había sido contratado por ninguna empresa, ya que la discapacidad
que padece no le permite poder trabajar con la misma rapidez que los demás.
Gracias a este trabajo, Castillo ha podido encauzar su vida y no sentirse menos
que los demás por tener una discapacidad.
Desde
nacimiento, padece una parálisis en su brazo derecho. Sin embargo, trabajando
en este local, ha dejado de ser un incapacitado para convertirse en una persona
capacitada, al igual que la mayoría de sus compañeros que también padecen
discapacidades. “Actualmente, el 75% de la plantilla la componemos personas con
alguna minusvalía”, explicaba Jon Castillo.
El
restaurante ZAZPI, que el pasado mes celebró su décimo aniversario, se ha
convertido en un referente en el bilbaíno barrio de Ibarrekolanda por emplear
en su cocina y comedor a personas con discapacidad intelectual o del
desarrollo. “En el local trabajamos en la actualidad cuatro mujeres y seis
hombres con discapacidad intelectual y se han formado más de 25 personas,
algunas de ellas gracias a esta oportunidad han podido acceder a un empleo
ordinario”, comentaba Jon Castillo.
Entrada al restaurante Zazpi / ANDREA ABASOL. |
Esta
innovadora experiencia surgió por iniciativa de APNABI (Asociación de padres de
afectados de autismo y otros trastornos del espectro autista de Bizkaia) que,
tras constatar las escasas salidas laborales del colectivo al que atendían,
vieron la necesidad de crear una nueva asociación, “Entremanos”, cuya misión se
centrara en impulsar el empleo entre aquellas personas con más dificultades de
inserción laboral. Uno de los resultados visibles de esa idea es el ZAZPI, que
hasta la fecha ha servido más de 100.000 menús.
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